Art�culo Original

Variables censales vinculadas al proceso de vacunaci�n contra COVID-19 en Chile

Census variables linked to the vaccination process against COVID-19 in Chile

 

Felipe Quintano-M�ndez1��� ORCID: https://orcid.org/0000-0002-4955-1976

Leonor Riquelme-Segura2*��� ORCID: https://orcid.org/0000-0001-6154-5141

 

1 Centro de Excelencia en Psicolog�a Econ�mica y Del Consumo, Universidad de La Frontera, Temuco, Chile.

2 Departamento de Trabajo Social, Universidad de La Frontera, Temuco, Chile.

 

* Autor para correspondencia: leonor.riquelme@ufrontera.cl

RESUMEN

La pandemia por COVID-19 gener� una crisis de salud p�blica sin precedentes a nivel mundial, provocando la muerte directa o indirecta de alrededor de 14,9 millones de personas en un per�odo de 2 a�os. Ante esto, el desarrollo de vacunas para evitar la muerte, cuadros graves y cortar la cadena de propagaci�n del virus, se estableci� como prioridad mundial. El proceso de vacunaci�n ha demostrado su efectividad, pero ha existido reticencia a vacunarse dentro de la poblaci�n. El objetivo de la presente investigaci�n fue analizar la relaci�n de variables censales con respecto a la frecuencia de vacunaci�n para la semana del 24 de mayo de 2021 en Chile. Para ello, se recurri� a datos secundarios del censo del 2017 y del Ministerio de Salud y, a trav�s de una regresi�n lineal m�ltiple, se determin� que la escolaridad, la vivienda de residencia y la etnicidad son variables que impactan en la cantidad de personas vacunadas por comuna. Los hallazgos obtenidos aportan informaci�n relevante para la generaci�n de pol�ticas p�blicas.

Palabras clave: COVID-19; vacunaci�n; censo; etnicidad; escolaridad.

 

ABSTRACT

The COVID-19 pandemic generated an unprecedented public health crisis worldwide, which caused the direct or indirect death of about 14.9 million people in a period of two years. In view of this, the development of vaccines to prevent death and serious illnesses and to cut the chain of spread of the virus was established as a global priority. Although the vaccination process has demonstrated the effectiveness of vaccination, there has been reluctance within the population. Therefore, the objective of this research was to identify the relation of census variables with respect to the frequency of vaccination for the week of May 24, 2021 in Chile. For this purpose, secondary data from the 2017 Census and the Ministry of Health were used and, through a multiple linear regression, it was determined that schooling, residence dwelling and ethnicity are variables that impact the number of people vaccinated per commune. The findings obtained provide relevant information for the generation of public policies.

Keywords: COVID-19; vaccination; census; ethnicity; educational status.

 

Recibido: 16 de enero de 2023��������������������������������������������

Aceptado: 4 de septiembre de 2023

 

Introducci�n

El virus SARS-CoV-2 (del ingl�s, severe acute respiratory syndrome coronavirus 2) causante de la COVID-19 infect� a m�s de 89 millones de personas y provoc� m�s de 6 millones de muertes para finales del a�o 2022,(1) generando consigo un nivel de incertidumbre y una crisis de salud p�blica sin precedentes.(2) Ante esta situaci�n, distintos gobiernos adoptaron diversas medidas para evitar la propagaci�n del virus, como el cierre de escuelas, la flexibilidad laboral, el distanciamiento social, confinamiento, toques de queda, cierre de fronteras y el uso generalizado de cubre bocas.(3)

Posterior a la declaraci�n del virus como una emergencia de salud p�blica por la OMS, se iniciaron trabajos vinculados al desarrollo de vacunas en diversas instituciones cient�ficas, acad�micas y privadas.(4) El 29 de septiembre de 2021, la OMS public� un reporte del estado de los ensayos cl�nicos para cada vacuna registrada donde, al menos, 12 vacunas hab�an finalizado los ensayos cl�nicos(5) y para el 15 de noviembre de 2021, 23 vacunas hab�an sido autorizadas o aprobadas para uso de emergencia en, al menos, un pa�s.(4)

Las vacunas han demostrado su efectividad contra las enfermedades y han sido reconocidas por la OMS como un m�todo efectivo contra la COVID-19.(6) Sin embargo, han sido constantemente puestas en duda, e incluso, se ha convocado a grupos que se oponen rotundamente a su distribuci�n.(7) La resistencia a la vacunaci�n contra la COVID-19 se considera uno de los principales obst�culos para la inmunizaci�n de la poblaci�n,(8) constituyendo una de las 10 principales amenazas para la salud mundial, seg�n la OMS.(9)

Por tanto, resulta de vital importancia indagar en aquellas variables vinculadas a la disposici�n de la poblaci�n a vacunarse contra el virus causante de la COVID-19, ya que, aunque existen estudios basados en los medios de comunicaci�n y las percepciones de la poblaci�n, son escasos aquellos que consideren datos censales de un pa�s.

Se evidenciaron dos per�odos de una mayor demanda por la inmunizaci�n, siendo el primero entre mayo y junio de 2021, cuando las vacunas ya hab�an demostrado su efectividad y, un segundo per�odo, entre septiembre y noviembre de 2021, vinculado a la exigencia de certificados de vacunaci�n para el trabajo o estudios.(6) En el caso de la pandemia por COVID-19, se ha comprobado la eficiencia de las vacunas contra el contagio, hospitalizaci�n y muerte causados por el virus,(10) permitiendo la reactivaci�n econ�mica, la reorganizaci�n social y una mayor sensaci�n de seguridad de la poblaci�n.(11) Diversos estudios dan cuenta de la existencia de una aceptaci�n considerable de la utilizaci�n y necesidad de la vacunaci�n, pero hay poblaciones que han sido m�s reticentes a su utilizaci�n.(12)

Diversos factores han impactado en las actitudes hacia esta vacunaci�n como el miedo frente al COVID-19, confianza en las instituciones, nivel educacional, edad y las creencias sobre la vacuna y la infecci�n.(2) En este contexto, los medios de comunicaci�n han tenido una fuerte influencia en la construcci�n de la informaci�n referida a la pandemia del COVID-19(13) y, a su vez, las redes sociales han contribuido a la construcci�n de patrones y discursos que fomentan la polarizaci�n frente a temas de inter�s social,(14) argumentando que las vacunas pueden causar enfermedades como el autismo.(15)

De acuerdo a un estudio realizado por Nakhostin-Ansari et al.,(16) las personas iran�es adultas presentaron una alta resistencia a la vacunaci�n en comparaci�n con una poblaci�n m�s joven. En este estudio, los autores encontraron que las personas de m�s de 40 a�os de edad presentaron una actitud negativa frente al COVID-19 y la vacuna. Adem�s, reportaron para este grupo de personas una menor educaci�n y conocimiento acerca del virus y, conjuntamente, un menor acceso a distintas fuentes de indagaci�n, siendo la televisi�n la principal fuente de informaci�n.

En lo que respecta a poblaci�n escolar, se evidenci� que los estudiantes de Educaci�n Secundaria Obligatoria y Bachillerato en Espa�a, consideran que la vacunaci�n permite evitar el contagio y disminuir los s�ntomas y, a su vez, las mujeres mostraron una mayor tendencia a considerar la prevenci�n del contagio propio y ajeno como una de las mayores utilidades de la vacunaci�n.(17)

En Latinoam�rica, un estudio en poblaci�n ind�gena en M�xico evidenci� una relaci�n estad�sticamente significativa entre el nivel de informaci�n y las tasas de inmunizaci�n.(18) En este estudio, participantes que no se vacunaron expresaron que el miedo o la falta de acceso a la vacunaci�n en su localidad fueron los principales factores para no vacunarse.(18) Otro estudio realizado con poblaci�n mexicana,(19) evidencia que existe una relaci�n entre los sentimientos anti-inmigrantes y anti-ind�genas con la valoraci�n de los niveles de riesgo de COVID-19. Estas poblaciones se encuentran m�s vulnerables, existiendo un sentimiento de desconfianza con respecto a las instituciones, por lo cual, la vinculaci�n con personas locales legitimadas socialmente puede generar un efecto positivo en los procesos de vacunaci�n.

En el caso peruano, una investigaci�n realizada(12) a 384 personas entre 18 y 59 a�os de edad en la sierra peruana, evidenci� que a medida que aumenta el nivel de conocimiento sobre la vacuna, mayor es el nivel de aceptaci�n de su utilizaci�n. Del mismo modo, en Chile, se evidenci� una relaci�n entre las percepciones creadas sobre China y la aprobaci�n y reprobaci�n de la vacuna Sinovac, donde la prensa desacredit� las evidencias cient�ficas con respecto a la efectividad de la vacuna.(20) A pesar de ello, gran parte de la poblaci�n chilena se encuentra vacunada, lo cual se vincula a la r�pida obtenci�n de vacunas a trav�s del gobierno y la academia, la capacidad del sistema de salud local y a una cultura nacional favorable a la vacunaci�n.(21)

Todo lo anterior, es indicador de que la resistencia a la vacunaci�n forma parte de un fen�meno multifactorial, el cual se nutre de diversas variables como la influencia de los medios de comunicaci�n, influencias hist�ricas, religiosas, culturales, de g�nero, socioecon�micas, pol�ticas, barreras geogr�ficas, experiencias previas en vacunaci�n y percepciones de riesgo. Teniendo en cuenta lo anterior, el objetivo de la presente investigaci�n fue analizar la relaci�n de las variables censales: sexo, vivienda de residencia, a�os de escolaridad, sector geogr�fico, etnicidad, hijos y edad respecto a la cantidad de personas vacunadas para la semana del 24 de mayo de 2021 en Chile.

 

Materiales y M�todos

La investigaci�n presenta un alcance correlacional-explicativo, bajo un enfoque cuantitativo transversal no experimental. Para ser considerado dentro del an�lisis y selecci�n de la informaci�n, se escogieron todas las comunas de Chile de acuerdo con la informaci�n oficial del censo del a�o 2017 y del Ministerio de Salud. La unidad de an�lisis se establece a nivel comunal durante la semana del 24 de mayo de 2021; debido a que en esta semana se consider� una mayor variabilidad de personas con necesidad de una vacuna, es decir, en este llamado se incluyeron j�venes entre 18 y 35 a�os, adem�s de la dosis de refuerzo para personas menores a 55 a�os. La vacunaci�n, para esa semana, considera una dosis por persona establecido por calendario ministerial, teniendo que asistir a una dosis de refuerzo en un llamado posterior. Las vacunas administradas fueron AstraZeneca, CanSino, Moderna, Janssen, Pfizer, Sinovac y Sputnik-V.

Los datos fueron recolectados a trav�s de bases de datos secundarias disponibles en la p�gina del Instituto Nacional de Estad�stica y del Ministerio de Salud entre los meses de abril a junio de 2022. Cabe mencionar, que producto a la utilizaci�n de datos secundarios, no fue necesario la obtenci�n de consentimientos informados y que no se reporta informaci�n alguna que permita la individualizaci�n de las personas.

En una primera instancia, la base de datos del censo para el a�o 2017 fue descargada en formato Stata, para lo cual se procedi� a su depuraci�n y colapso a nivel comunal en el software Stata v.13. Posteriormente, en formato CVS se descarg� la base de datos del Ministerio de Salud con los reportes hist�ricos comunales de vacunaci�n por COVID-19 hasta el 24 de abril de 2022. Una vez excluidos aquellos casos no vinculados a comunas, se consigui� una base de datos con las variables censales y los datos de vacunaci�n de las 346 comunas de Chile.

Posterior a ello, se realiz� un an�lisis exploratorio de las variables a trav�s de medidas de tendencia central, dispersi�n y correlaci�n. Luego, se procedi� a realizar un an�lisis de regresi�n lineal m�ltiple, donde la cantidad de dosis administradas para la semana del 24 de mayo de 2021 se expres� como variable dependiente y el porcentaje de mujeres por comuna, porcentaje de personas que considera como vivienda de residencia habitual la vivienda censada, porcentaje de personas ind�genas por comuna, a�os de escolaridad por comuna, porcentaje poblacional residencia urbana por comuna, promedio de edad por comuna y promedio de hijos por comuna se identificaron como variables independientes. Para controlar el tama�o poblacional, entre aquellas comunas con mayor y menor poblaci�n, se procedi� a ajustar la cantidad de dosis de vacunas considerando un tama�o poblacional de 10.000 habitantes por comuna. Lo anterior, permiti� trabajar la variable dependiente como tasa poblacional.

 

Resultados

Con el fin de observar el comportamiento de las variables independientes y dependientes y la relaci�n entre ellas, se procedi� a un an�lisis exploratorio. Sobre esta base, la Tabla 1 reporta los estad�sticos descriptivos univariantes, donde se observa una alta variabilidad de los datos, con excepci�n del promedio de hijos. Del mismo modo, la poblaci�n identificada por comuna posee un promedio de 48,9% de mujeres. Por otro lado, destaca una media de poblaci�n ind�gena del 17%.

Tabla 1. Descripci�n de la poblaci�n en estudio.

Variables

Media

DS

M�nimo

M�ximo

Dosis de vacunas administradas por comuna en la semana del 24 de mayo de 2021

2629,4

4003,9

0

22891

Porcentaje de mujeres

48,9

5,5

8,6

55,0

Porcentaje de personas que considera como vivienda de residencia habitual la vivienda censada

92

11,4

10,7

97,6

A�os de escolaridad

8,5

1,1

5,9

14

Porcentaje de poblaci�n urbana

63,6

28,9

0

100

Porcentaje de poblaci�n ind�gena

17,6

17,6

2,1

87,7

Promedio de hijos

2,6

0,2

1,8

3,8

Promedio de edad

36,9

2,2

28,7

43,3

DS: desviaci�n est�ndar

En lo que respecta a un an�lisis bivariante de los datos, en la Tabla 2 se observa que existe una baja correlaci�n entre cada una de las variables observadas. En este sentido, las variables que poseen una mayor correlaci�n positiva son el porcentaje de mujeres con respecto al porcentaje de personas que residen en la casa censada. Del mismo modo, existe una relaci�n positiva entre los a�os de escolaridad y el promedio de hijos.

 

Tabla 2. Correlaciones bivariantes.

Variables

Dosis de vacunas administradas por comuna en la semana del 24 de mayo del 2021

Porcentaje de mujeres

Porcentaje de personas que consideran como vivienda de residencia habitual la vivienda censada

A�os de escolaridad

Porcentaje de poblaci�n urbana

Porcentaje de poblaci�n ind�gena

Promedio de hijos

Porcentaje de mujeres

0,2552

 

 

 

 

 

 

Porcentaje de personas que consideran como vivienda de residencia habitual la vivienda censada

0,1758

0,9362

 

 

 

 

 

A�os de escolaridad

0,5385

-0,2932

-0,4511

 

 

 

 

Porcentaje de poblaci�n urbana

0,5458

0,4641

0,3718

0,3970

 

 

 

Porcentaje de poblaci�n ind�gena

-0,1994

-0,2093

-0,2136

-0,2434

-0,3338

 

 

Promedio de hijos

-0,4914

0,0570

0,1444

0,7441

0,5288

0,4546

 

Promedio de edad

-0,2926

-0,0894

-0,0719

-0,1959

-0,4574

-0,1153

0,31560

 

Para proceder a la realizaci�n del an�lisis de regresi�n lineal m�ltiple, es necesario la comprobaci�n de los supuestos de inferencia estad�stica, con tal de comprobar la idoneidad del modelo de regresi�n. Para ello, se procedi� a la comprobaci�n de la normalidad univariante a trav�s de la asimetr�a y la curtosis, donde cada variable se establece entre un rango de -2 a 2, permitiendo el an�lisis de regresi�n. Los estad�sticos de colinealidad se posicionan entre 1,55 a 4,08 lo cual establece que se encuentran entre un rango aceptable. Finalmente, el estad�stico de Bartlett de homocedasticidad posee un p-valor < 0,0001 para cada una de las variables, lo que establece que no existe evidencia suficiente para rechazar H0, es decir, no existe la presencia de homocedasticidad entre las variables.

Una vez analizados los supuestos de la regresi�n, nos encontramos que los estad�sticos del modelo son adecuados para la estimaci�n del modelo (R2= 0,5328; gl (7,338); p<0,00001). La Tabla 3 evidencia que, tanto el porcentaje de personas que residen en la vivienda censada, los a�os de escolaridad y el porcentaje de poblaci�n ind�gena son variables independientes que poseen un impacto en los valores en la pendiente de la variable dependiente. Es decir, estas variables impactan directa y positivamente en la cantidad de dosis administradas para la semana del 24 de mayo de 2021.

Tabla 3. Coeficientes de regresi�n lineal m�ltiple.

Variable

Coeficiente

Std Error

t

p-valor

Intervalo

 

Porcentaje comunal de mujeres

-114,06

87,01

-1,31

0,19

-285,22

57,09

Porcentaje de personas que residen en la vivienda que fue censada

236,23

46,63

5,07

p<0,00001

114,49

327,97

A�os de escolaridad

2737,67

257,37

10,64

p<0,00001

2231,42

3243,93

Porcentaje de poblaci�n urbana

9,91

8,58

1,15

0,24

-6,98

26,80

Porcentaje de poblaci�n ind�gena

25,59

10,86

2,36

0,01

4,23

46,96

Promedio de hijos

351,55

1143,28

0,31

0,75

-1897,28

2600,39

Promedio de edad

-109,67

81,38

-1,35

0,17

-269,74

50,40

Constante

-34819,73

5624,91

-6,19

p<0,00001

-45883,97

-23755,49

Std Error: error est�ndar.

 

La variable que presenta una mayor asociaci�n con la variable dependiente son los a�os de escolaridad. En este contexto se establece que por cada a�o de escolaridad promedio por comuna, esta aumenta en 2737 dosis administradas. Por otro lado, aunque en menor medida, se aprecia que el porcentaje de personas con residencia en la vivienda que fue censada establece que al aumentar en un 1%, aumentar� en 236 las dosis administradas por comuna. A su vez, en la medida que aumenta en un 1% el porcentaje de poblaci�n ind�gena por comuna, aumenta en 25 las dosis administradas en cada comuna.

Finalmente, los resultados indican que el porcentaje de mujeres, el porcentaje de residencia urbana, el promedio de hijos y el promedio de edad son variables que no impactan de manera estad�sticamente significativa en los niveles de vacunaci�n de la poblaci�n analizada.

 

Discusi�n

El virus SARS-CoV-2 ha generado un nivel de incertidumbre y una crisis de salud p�blica sin precedentes.(2) Las vacunas han demostrado su efectividad contra la enfermedad, sin embargo, estas han sido constantemente puestas en duda.(6,7) Por esto, avanzar en investigaciones que aborden los factores vinculados a la resistencia de la poblaci�n a la vacunaci�n es de vital importancia.

Nuestros hallazgos evidencian una relaci�n estad�sticamente significativa y positiva entre la frecuencia de vacunaci�n y el promedio de a�os de escolaridad comunal. Lo anterior concuerda con investigaciones previas,(2) las cuales expresan que a mayor nivel de escolaridad mayor nivel de vacunaci�n, lo cual podr�a vincularse con la edad de las personas, por ende, m�s experiencia y a�os de formaci�n, por lo que poseen un mayor acceso a informaci�n y capacidad para filtrar diversas fuentes de informaci�n, logrando desestimar teor�as conspirativas frente a la vacunaci�n.(8)

La resistencia a la vacunaci�n ha sido declarada como un problema para la salud mundial(9) y uno de los principales obst�culos para la inmunizaci�n de la poblaci�n.(8) Un factor central en las tasas de vacunaci�n ha sido la desinformaci�n o las diversas fuentes de informaci�n que distribuyen noticias sin una base cient�fica o emp�rica, lo que ha promovido o reforzado el surgimiento de movimientos anti-vacunas y la creencia en teor�as conspirativas.(7,15)

Por otro lado, los datos han evidenciado que la vivienda de residencia posee una relaci�n positiva y estad�sticamente significativa con las tasas de vacunaci�n. Aunque no se report� informaci�n previa que se vinculase a esta variable, es posible sugerir que existe una relaci�n entre el cuidado de las personas del hogar en comparaci�n con las personas que no viven en la misma residencia, es decir, se posee un mayor cuidado cuando las personas comparten una misma vivienda.

Nuestros resultados arrojan una relaci�n entre la etnicidad con respecto a las tasas de vacunaci�n. A medida que aumenta el porcentaje de poblaci�n ind�gena, aumenta la cantidad de personas vacunadas. En este escenario, se ha establecido que la poblaci�n ind�gena puede ser m�s reticente a la vacunaci�n, producto a la desconfianza en el Estado,(19) no obstante, tambi�n existe evidencia de que los niveles de informaci�n pueden afectar los niveles de vacunaci�n, por lo que la poblaci�n ind�gena m�s informada posee una mayor tendencia a vacunarse,(18) por lo cual, no es posible determinar que la etnicidad por s� sola sea una variable determinante, sino que podr�a depender de procesos de sociabilizaci�n, integraci�n y factores estructurales para vincular la disposici�n a la vacunaci�n.

Finalmente, la evidencia de este estudio indica que no existe una relaci�n entre las tasas de vacunaci�n de acuerdo a la cantidad de hijos, la edad, sector y el sexo. Con respecto a la edad, la evidencia establece que la poblaci�n m�s joven pose�a una mayor tendencia a vacunarse al poseer un mayor acceso a diversas fuentes de informaci�n en comparaci�n con poblaci�n m�s adulta.(16) Por otro lado, se establece que las mujeres pueden poseer una actitud m�s desfavorable a la vacunaci�n, o caso contrario, una mayor consideraci�n de la vacunaci�n focalizada en el cuidado de sus pares,(17) pero de acuerdo a los datos observados, no es posible determinar una relaci�n con los niveles de vacunaci�n. En este caso, la distancia cultural que pueda existir entre la investigaci�n realizada en otros pa�ses y en el caso chileno, podr�a explicar la diferencia en los resultados obtenidos.

Una de las limitaciones de la presente investigaci�n se vincula a las variables omitidas dentro del modelo de regresi�n, las que pueden impactar en los porcentajes de vacunaci�n o en la interacci�n de aquellas variables observadas dentro del modelo, por lo cual, es necesario indagar en nuevas variables, como la percepci�n, tendencia pol�tica, confianza en el Estado y sus instituciones o el nivel de informaci�n con respecto a las vacunas. En efecto, la influencia de diversos medios de comunicaci�n o programas gubernamentales, pueden influir en las percepciones de la vacunaci�n, lo que podr�a modificar la disposici�n a la vacunaci�n en las semanas pr�ximas a la medici�n del presente an�lisis.(13,14,15)

Por otra parte, diversos estudios(2) han indicado que la resistencia a la vacunaci�n forma parte de un proceso multifactorial, donde el modelo de regresi�n lineal no permite la observaci�n de modelos que integren la interacci�n entre las variables independientes, por lo que la suma de factores y su contacto entre s� puede modificar los niveles de impacto en la variable dependiente.

Otras limitaciones observadas dentro de la investigaci�n, aluden al per�odo de tiempo seleccionado, el cual fue el de mayor variabilidad etaria, ya que los llamados establecidos por el Ministerio de Salud fueron a trav�s de rangos de edad con tal de proteger a las personas m�s vulnerables en t�rminos de condiciones de salud, as� como la falta de an�lisis en torno a los diferentes tipos de vacunas administradas comunalmente en la poblaci�n chilena. Lo anterior, podr�a condicionar los resultados aqu� obtenidos.

A pesar de las limitaciones expuestas, nuestra investigaci�n representa un aporte importante para una primera observaci�n del comportamiento de la poblaci�n chilena entre 28 y 43 a�os de edad con respecto a la vacunaci�n, considerando variables socioecon�micas y de caracterizaci�n, adem�s de aportar correlaciones con educaci�n, etnicidad y vivienda de residencia que podr�an servir de insumo para la pol�tica p�blica. Es posible que variables no significativas como el sexo, puedan verse afectadas al considerar la moderaci�n de otras variables. Ante esto, se recomienda el avance de la integraci�n de otras variables sociales y psicol�gicas con respecto a la vacunaci�n.

 

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Conflicto de Intereses

Los autores no declaran conflictos de intereses.

 

Roles de autor�a

Felipe Quintano-M�ndez: conceptualizaci�n, an�lisis y redacci�n del manuscrito.

Leonor Riquelme-Segura: conceptualizaci�n, an�lisis y redacci�n del manuscrito.

Todos los autores revisaron y aprobaron la versi�n final de este manuscrito.

 

* Trabajadora Social, M�ster en Desarrollo Humano, Local y Regional, M�ster en Psicolog�a. Departamento de Trabajo Social, Programa Doctorado en Ciencias Sociales, Universidad de La Frontera, Temuco, Chile.