Art�culo Original
Variables censales vinculadas al proceso de vacunaci�n contra COVID-19
en Chile
Census variables linked to the vaccination process
against COVID-19 in Chile
Felipe Quintano-M�ndez1��� ORCID:
https://orcid.org/0000-0002-4955-1976
Leonor Riquelme-Segura2*��� ORCID:
https://orcid.org/0000-0001-6154-5141
1
Centro de Excelencia en Psicolog�a Econ�mica y Del Consumo,
Universidad de La Frontera, Temuco, Chile.
2
Departamento
de Trabajo Social, Universidad de La Frontera, Temuco, Chile.
* Autor para correspondencia: leonor.riquelme@ufrontera.cl
RESUMEN
La pandemia por
COVID-19 gener� una crisis de salud p�blica sin precedentes a nivel mundial,
provocando la muerte directa o indirecta de alrededor de 14,9 millones de
personas en un per�odo de 2 a�os. Ante esto, el desarrollo de vacunas para
evitar la muerte, cuadros graves y cortar la cadena de propagaci�n del virus,
se estableci� como prioridad mundial. El proceso de vacunaci�n ha demostrado su
efectividad, pero ha existido reticencia a vacunarse dentro de la poblaci�n. El
objetivo de la presente investigaci�n fue analizar la relaci�n de variables
censales con respecto a la frecuencia de vacunaci�n para la semana del 24 de
mayo de 2021 en Chile. Para ello, se recurri� a datos secundarios del censo del
2017 y del Ministerio de Salud y, a trav�s de una regresi�n lineal m�ltiple, se
determin� que la escolaridad, la vivienda de residencia y la etnicidad son
variables que impactan en la cantidad de personas vacunadas por comuna. Los
hallazgos obtenidos aportan informaci�n relevante para la generaci�n de pol�ticas
p�blicas.
Palabras clave: COVID-19; vacunaci�n;
censo; etnicidad; escolaridad.
ABSTRACT
The
COVID-19 pandemic generated an unprecedented public health crisis worldwide,
which caused the direct or indirect death of about 14.9 million people in a
period of two years. In view of this, the development of vaccines to prevent
death and serious illnesses and to cut the chain of spread of the virus was
established as a global priority. Although the vaccination process has
demonstrated the effectiveness of vaccination, there has been reluctance within
the population. Therefore, the objective of this research was to identify the
relation of census variables with respect to the frequency of vaccination for
the week of May 24, 2021 in Chile. For this purpose, secondary data from the
2017 Census and the Ministry of Health were used and, through a multiple linear
regression, it was determined that schooling, residence dwelling and ethnicity are variables
that impact the number of people vaccinated per commune. The findings obtained
provide relevant information for the generation of public policies.
Keywords:
COVID-19; vaccination; census; ethnicity; educational status.
Recibido: 16 de enero de 2023��������������������������������������������
Aceptado: 4 de septiembre de 2023
Introducci�n
El virus SARS-CoV-2 (del ingl�s, severe
acute respiratory syndrome
coronavirus 2) causante de la COVID-19 infect� a m�s
de 89 millones de personas y provoc� m�s de 6 millones de muertes para finales
del a�o 2022,(1) generando consigo un nivel de incertidumbre y una
crisis de salud p�blica sin precedentes.(2) Ante esta situaci�n,
distintos gobiernos adoptaron diversas medidas para evitar la propagaci�n del
virus, como el cierre de escuelas, la flexibilidad laboral, el distanciamiento
social, confinamiento, toques de queda, cierre de fronteras y el uso generalizado
de cubre bocas.(3)
Posterior a la declaraci�n del
virus como una emergencia de salud p�blica por la OMS, se iniciaron trabajos
vinculados al desarrollo de vacunas en diversas instituciones cient�ficas,
acad�micas y privadas.(4) El 29 de septiembre de 2021, la OMS
public� un reporte del estado de los ensayos cl�nicos para cada vacuna
registrada donde, al menos, 12 vacunas hab�an finalizado los ensayos cl�nicos(5)
y para el 15 de noviembre de 2021, 23 vacunas hab�an sido autorizadas o
aprobadas para uso de emergencia en, al menos, un pa�s.(4)
Las vacunas han demostrado su
efectividad contra las enfermedades y han sido reconocidas por la OMS como un
m�todo efectivo contra la COVID-19.(6)
Sin embargo, han sido constantemente puestas en
duda, e incluso, se ha convocado a grupos que se oponen rotundamente a su
distribuci�n.(7) La resistencia a la vacunaci�n contra la COVID-19
se considera uno de los principales obst�culos para la inmunizaci�n de la
poblaci�n,(8) constituyendo una de las 10 principales amenazas para
la salud mundial, seg�n la OMS.(9)
Por tanto, resulta de vital
importancia indagar en aquellas variables vinculadas a la disposici�n de la
poblaci�n a vacunarse contra el virus causante de la COVID-19, ya que, aunque
existen estudios basados en los medios de comunicaci�n y las percepciones de la
poblaci�n, son escasos aquellos que consideren datos censales de un pa�s.
Se evidenciaron dos per�odos de
una mayor demanda por la inmunizaci�n, siendo el primero entre mayo y junio de
2021, cuando las vacunas ya hab�an demostrado su efectividad y, un segundo
per�odo, entre septiembre y noviembre de 2021, vinculado a la exigencia de
certificados de vacunaci�n para el trabajo o estudios.(6) En el caso
de la pandemia por COVID-19, se ha comprobado la eficiencia de las vacunas
contra el contagio, hospitalizaci�n y muerte causados por el virus,(10)
permitiendo la reactivaci�n econ�mica, la reorganizaci�n social y una mayor
sensaci�n de seguridad de la poblaci�n.(11) Diversos estudios dan
cuenta de la existencia de una aceptaci�n considerable de la utilizaci�n y
necesidad de la vacunaci�n, pero hay poblaciones que han sido m�s reticentes a
su utilizaci�n.(12)
Diversos factores han impactado en
las actitudes hacia esta vacunaci�n como el miedo frente al COVID-19, confianza
en las instituciones, nivel educacional, edad y las creencias sobre la vacuna y
la infecci�n.(2) En este contexto, los medios de comunicaci�n han
tenido una fuerte influencia en la construcci�n de la informaci�n referida a la
pandemia del COVID-19(13) y, a su vez, las redes sociales han
contribuido a la construcci�n de patrones y discursos que fomentan la
polarizaci�n frente a temas de inter�s social,(14) argumentando que
las vacunas pueden causar enfermedades como el autismo.(15)
De acuerdo a un estudio realizado
por Nakhostin-Ansari et al.,(16)
las personas iran�es adultas presentaron una alta resistencia a la vacunaci�n
en comparaci�n con una poblaci�n m�s joven. En este estudio, los autores
encontraron que las personas de m�s de 40 a�os de edad presentaron una actitud
negativa frente al COVID-19 y la vacuna. Adem�s, reportaron para este grupo de
personas una menor educaci�n y conocimiento acerca del virus y, conjuntamente,
un menor acceso a distintas fuentes de indagaci�n, siendo la televisi�n la
principal fuente de informaci�n.
En lo que respecta a poblaci�n
escolar, se evidenci� que los estudiantes de Educaci�n Secundaria Obligatoria y
Bachillerato en Espa�a, consideran que la vacunaci�n permite evitar el contagio
y disminuir los s�ntomas y, a su vez, las mujeres mostraron una mayor tendencia
a considerar la prevenci�n del contagio propio y ajeno como una de las mayores
utilidades de la vacunaci�n.(17)
En Latinoam�rica, un estudio en
poblaci�n ind�gena en M�xico evidenci� una relaci�n estad�sticamente
significativa entre el nivel de informaci�n y las tasas de inmunizaci�n.(18)
En este estudio, participantes que no se vacunaron expresaron que el miedo o la
falta de acceso a la vacunaci�n en su localidad fueron los principales factores
para no vacunarse.(18) Otro estudio realizado con poblaci�n
mexicana,(19) evidencia que existe una relaci�n entre los
sentimientos anti-inmigrantes y anti-ind�genas
con la valoraci�n de los niveles de riesgo de COVID-19. Estas poblaciones se
encuentran m�s vulnerables, existiendo un sentimiento de desconfianza con
respecto a las instituciones, por lo cual, la vinculaci�n con personas locales
legitimadas socialmente puede generar un efecto positivo en los procesos de
vacunaci�n.
En el caso peruano, una investigaci�n
realizada(12) a 384 personas
entre 18 y 59 a�os de edad en la sierra peruana, evidenci� que a medida que
aumenta el nivel de conocimiento sobre la vacuna, mayor es el nivel de
aceptaci�n de su utilizaci�n. Del mismo modo, en Chile, se evidenci� una
relaci�n entre las percepciones creadas sobre China y la aprobaci�n y
reprobaci�n de la vacuna Sinovac, donde la prensa desacredit� las evidencias
cient�ficas con respecto a la efectividad de la vacuna.(20) A pesar
de ello, gran parte de la poblaci�n chilena se encuentra vacunada, lo cual se
vincula a la r�pida obtenci�n de vacunas a trav�s del gobierno y la academia,
la capacidad del sistema de salud local y a una cultura nacional favorable a la
vacunaci�n.(21)
Todo lo anterior, es indicador de
que la resistencia a la vacunaci�n forma parte de un fen�meno multifactorial,
el cual se nutre de diversas variables como la influencia de los medios de
comunicaci�n, influencias hist�ricas, religiosas, culturales, de g�nero,
socioecon�micas, pol�ticas, barreras geogr�ficas, experiencias previas en
vacunaci�n y percepciones de riesgo. Teniendo en cuenta lo anterior, el
objetivo de la presente investigaci�n fue analizar la relaci�n de las variables
censales: sexo, vivienda de residencia, a�os de escolaridad, sector geogr�fico,
etnicidad, hijos y edad respecto a la cantidad de personas vacunadas para la
semana del 24 de mayo de 2021 en Chile.
La investigaci�n presenta un
alcance correlacional-explicativo, bajo un enfoque cuantitativo transversal no
experimental. Para ser considerado dentro del an�lisis y selecci�n de la
informaci�n, se escogieron todas las comunas de Chile de acuerdo con la
informaci�n oficial del censo del a�o 2017 y del Ministerio de Salud. La unidad de an�lisis se establece a nivel comunal durante
la semana del 24 de mayo de 2021; debido a que en esta semana se consider� una
mayor variabilidad de personas con necesidad de una vacuna, es decir, en este
llamado se incluyeron j�venes entre 18 y 35 a�os, adem�s de la dosis de
refuerzo para personas menores a 55 a�os. La vacunaci�n, para esa semana,
considera una dosis por persona establecido por calendario ministerial,
teniendo que asistir a una dosis de refuerzo en un llamado posterior. Las
vacunas administradas fueron AstraZeneca, CanSino, Moderna, Janssen, Pfizer,
Sinovac y Sputnik-V.
Los datos fueron recolectados a
trav�s de bases de datos secundarias disponibles en la p�gina del Instituto
Nacional de Estad�stica y del Ministerio de Salud entre los meses de abril a
junio de 2022. Cabe mencionar, que producto a la utilizaci�n de datos
secundarios, no fue necesario la obtenci�n de consentimientos informados y que
no se reporta informaci�n alguna que permita la individualizaci�n de las
personas.
En una primera instancia, la base
de datos del censo para el a�o 2017 fue descargada en formato Stata, para lo
cual se procedi� a su depuraci�n y colapso a nivel comunal en el software Stata
v.13. Posteriormente, en formato CVS se descarg� la base de datos del
Ministerio de Salud con los reportes hist�ricos comunales de vacunaci�n por
COVID-19 hasta el 24 de abril de 2022. Una vez excluidos aquellos casos no
vinculados a comunas, se consigui� una base de datos con las variables censales
y los datos de vacunaci�n de las 346 comunas de Chile.
Posterior a ello, se
realiz� un an�lisis exploratorio de las variables a trav�s de medidas de
tendencia central, dispersi�n y correlaci�n. Luego, se procedi� a realizar un
an�lisis de regresi�n lineal m�ltiple, donde la cantidad de dosis administradas
para la semana del 24 de mayo de 2021 se expres� como variable dependiente y el
porcentaje de mujeres por comuna, porcentaje de personas que considera como
vivienda de
residencia habitual la
vivienda censada, porcentaje de personas ind�genas
por comuna, a�os de escolaridad por comuna, porcentaje poblacional residencia
urbana por comuna, promedio de edad por comuna y promedio de hijos por comuna
se identificaron como variables independientes. Para controlar el tama�o
poblacional, entre aquellas comunas con mayor y menor poblaci�n, se procedi� a
ajustar la cantidad de dosis de vacunas considerando un tama�o poblacional de
10.000 habitantes por comuna. Lo anterior, permiti� trabajar la variable
dependiente como tasa poblacional.
Resultados
Con el fin de observar el comportamiento de
las variables independientes y dependientes y la relaci�n entre ellas, se
procedi� a un an�lisis exploratorio. Sobre esta base,
la Tabla 1 reporta los estad�sticos descriptivos univariantes, donde se observa
una alta variabilidad de los datos, con excepci�n del promedio de hijos. Del
mismo modo, la poblaci�n identificada por comuna posee un promedio de 48,9% de
mujeres. Por otro lado, destaca una media de poblaci�n ind�gena del 17%.
Tabla 1. Descripci�n de la
poblaci�n en estudio.
Variables |
Media |
DS |
M�nimo |
M�ximo |
Dosis de vacunas administradas por comuna en la semana del 24 de
mayo de 2021 |
2629,4 |
4003,9 |
0 |
22891 |
Porcentaje de mujeres |
48,9 |
5,5 |
8,6 |
55,0 |
Porcentaje de personas que considera como vivienda de residencia
habitual la vivienda censada |
92 |
11,4 |
10,7 |
97,6 |
A�os de escolaridad |
8,5 |
1,1 |
5,9 |
14 |
Porcentaje de poblaci�n urbana |
63,6 |
28,9 |
0 |
100 |
Porcentaje de poblaci�n ind�gena |
17,6 |
17,6 |
2,1 |
87,7 |
Promedio de hijos |
2,6 |
0,2 |
1,8 |
3,8 |
Promedio de edad |
36,9 |
2,2 |
28,7 |
43,3 |
DS: desviaci�n
est�ndar
En lo que respecta a
un an�lisis bivariante de los datos, en la Tabla 2 se observa que existe una
baja correlaci�n entre cada una de las variables observadas. En este sentido,
las variables que poseen una mayor correlaci�n positiva son el porcentaje de
mujeres con respecto al porcentaje de personas que residen en la casa censada.
Del mismo modo, existe una relaci�n positiva entre los a�os de escolaridad y el
promedio de hijos.
Tabla 2. Correlaciones
bivariantes.
Variables |
Dosis de vacunas
administradas por comuna en la semana del 24 de mayo del 2021 |
Porcentaje de
mujeres |
Porcentaje de
personas que consideran como vivienda de residencia habitual la vivienda
censada |
A�os de escolaridad |
Porcentaje de
poblaci�n urbana |
Porcentaje de
poblaci�n ind�gena |
Promedio de hijos |
Porcentaje de mujeres |
0,2552 |
|
|
|
|
|
|
Porcentaje de personas que
consideran como vivienda de residencia habitual la vivienda censada |
0,1758 |
0,9362 |
|
|
|
|
|
A�os de escolaridad |
0,5385 |
-0,2932 |
-0,4511 |
|
|
|
|
Porcentaje de poblaci�n urbana |
0,5458 |
0,4641 |
0,3718 |
0,3970 |
|
|
|
Porcentaje de poblaci�n ind�gena |
-0,1994 |
-0,2093 |
-0,2136 |
-0,2434 |
-0,3338 |
|
|
Promedio de hijos |
-0,4914 |
0,0570 |
0,1444 |
0,7441 |
0,5288 |
0,4546 |
|
Promedio de edad |
-0,2926 |
-0,0894 |
-0,0719 |
-0,1959 |
-0,4574 |
-0,1153 |
0,31560 |
Para proceder a la realizaci�n del
an�lisis de regresi�n lineal m�ltiple, es necesario la comprobaci�n de los
supuestos de inferencia estad�stica, con tal de comprobar la idoneidad del
modelo de regresi�n. Para ello, se procedi� a la
comprobaci�n de la normalidad univariante a trav�s de la asimetr�a y la
curtosis, donde cada variable se establece entre un rango de -2 a 2,
permitiendo el an�lisis de regresi�n. Los estad�sticos de colinealidad se posicionan entre 1,55 a 4,08 lo cual establece que
se encuentran entre un rango aceptable. Finalmente, el estad�stico de Bartlett
de homocedasticidad posee un p-valor < 0,0001 para cada una de las
variables, lo que establece que no existe evidencia suficiente para rechazar
H0, es decir, no existe la presencia de homocedasticidad entre las variables.
Una vez analizados los supuestos
de la regresi�n, nos encontramos que los estad�sticos del modelo son adecuados
para la estimaci�n del modelo (R2= 0,5328; gl (7,338);
p<0,00001). La Tabla 3 evidencia que, tanto el porcentaje de personas que
residen en la vivienda censada, los a�os de escolaridad y el porcentaje de
poblaci�n ind�gena son variables independientes que poseen un impacto en los
valores en la pendiente de la variable dependiente. Es decir, estas variables
impactan directa y positivamente en la cantidad de dosis administradas para la
semana del 24 de mayo de 2021.
Tabla 3. Coeficientes de
regresi�n lineal m�ltiple.
Variable |
Coeficiente |
Std Error |
t |
p-valor |
Intervalo |
|
Porcentaje
comunal de mujeres |
-114,06 |
87,01 |
-1,31 |
0,19 |
-285,22 |
57,09 |
Porcentaje
de personas que residen en la vivienda que fue censada |
236,23 |
46,63 |
5,07 |
p<0,00001 |
114,49 |
327,97 |
A�os de escolaridad |
2737,67 |
257,37 |
10,64 |
p<0,00001 |
2231,42 |
3243,93 |
Porcentaje de poblaci�n urbana |
9,91 |
8,58 |
1,15 |
0,24 |
-6,98 |
26,80 |
Porcentaje de poblaci�n ind�gena |
25,59 |
10,86 |
2,36 |
0,01 |
4,23 |
46,96 |
Promedio de hijos |
351,55 |
1143,28 |
0,31 |
0,75 |
-1897,28 |
2600,39 |
Promedio de edad |
-109,67 |
81,38 |
-1,35 |
0,17 |
-269,74 |
50,40 |
Constante |
-34819,73 |
5624,91 |
-6,19 |
p<0,00001 |
-45883,97 |
-23755,49 |
Std Error: error
est�ndar.
La variable que presenta una mayor
asociaci�n con la variable dependiente son los a�os de escolaridad. En este
contexto se establece que por cada a�o de escolaridad promedio por comuna, esta
aumenta en 2737 dosis administradas. Por otro lado, aunque en menor medida, se
aprecia que el porcentaje de personas con residencia en la vivienda que fue
censada establece que al aumentar en un 1%, aumentar� en 236 las dosis
administradas por comuna. A su vez, en la medida que aumenta en un 1% el
porcentaje de poblaci�n ind�gena por comuna, aumenta en 25 las dosis
administradas en cada comuna.
Finalmente, los resultados indican
que el porcentaje de mujeres, el porcentaje de residencia urbana, el promedio
de hijos y el promedio de edad son variables que no impactan de manera
estad�sticamente significativa en los niveles de vacunaci�n de la poblaci�n
analizada.
Discusi�n
El virus SARS-CoV-2 ha generado un nivel de incertidumbre y una crisis de salud
p�blica sin precedentes.(2) Las
vacunas han demostrado su efectividad contra la enfermedad, sin embargo, estas
han sido constantemente puestas en duda.(6,7) Por esto, avanzar en
investigaciones que aborden los factores vinculados a la resistencia de la
poblaci�n a la vacunaci�n es de vital importancia.
Nuestros hallazgos evidencian una
relaci�n estad�sticamente significativa y positiva entre la frecuencia de
vacunaci�n y el promedio de a�os de escolaridad comunal. Lo anterior concuerda
con investigaciones previas,(2)
las cuales expresan que a mayor nivel de escolaridad mayor nivel de vacunaci�n,
lo cual podr�a vincularse con la edad de las personas, por ende, m�s
experiencia y a�os de formaci�n, por lo que poseen un mayor acceso a
informaci�n y capacidad para filtrar diversas fuentes de informaci�n, logrando
desestimar teor�as conspirativas frente a la vacunaci�n.(8)
La resistencia a la vacunaci�n ha
sido declarada como un problema para la salud mundial(9)
y uno de los principales obst�culos para la inmunizaci�n de la poblaci�n.(8)
Un factor central en las tasas de vacunaci�n ha sido la desinformaci�n o las
diversas fuentes de informaci�n que distribuyen noticias sin una base
cient�fica o emp�rica, lo que ha promovido o reforzado el surgimiento de
movimientos anti-vacunas y la creencia en teor�as
conspirativas.(7,15)
Por otro lado, los datos han
evidenciado que la vivienda de residencia posee una relaci�n positiva y
estad�sticamente significativa con las tasas de vacunaci�n. Aunque no se
report� informaci�n previa que se vinculase a esta variable, es posible sugerir
que existe una relaci�n entre el cuidado de las personas del hogar en
comparaci�n con las personas que no viven en la misma residencia, es decir, se
posee un mayor cuidado cuando las personas comparten una misma vivienda.
Nuestros resultados arrojan una
relaci�n entre la etnicidad con respecto a las tasas de vacunaci�n. A medida
que aumenta el porcentaje de poblaci�n ind�gena, aumenta la cantidad de
personas vacunadas. En este escenario, se ha establecido que la poblaci�n
ind�gena puede ser m�s reticente a la vacunaci�n, producto a la desconfianza en
el Estado,(19) no obstante, tambi�n existe evidencia de que los
niveles de informaci�n pueden afectar los niveles de vacunaci�n, por lo que la
poblaci�n ind�gena m�s informada posee una mayor tendencia a vacunarse,(18)
por lo cual, no es posible determinar que la etnicidad por s� sola sea una
variable determinante, sino que podr�a depender de procesos de sociabilizaci�n,
integraci�n y factores estructurales para vincular la disposici�n a la
vacunaci�n.
Finalmente, la evidencia de este
estudio indica que no existe una relaci�n entre las tasas de vacunaci�n de
acuerdo a la cantidad de hijos, la edad, sector y el sexo. Con respecto a la
edad, la evidencia establece que la poblaci�n m�s joven pose�a una mayor
tendencia a vacunarse al poseer un mayor acceso a diversas fuentes de
informaci�n en comparaci�n con poblaci�n m�s adulta.(16) Por otro
lado, se establece que las mujeres pueden poseer una actitud m�s desfavorable a
la vacunaci�n, o caso contrario, una mayor consideraci�n de la vacunaci�n
focalizada en el cuidado de sus pares,(17) pero de acuerdo a los
datos observados, no es posible determinar una relaci�n con los niveles de
vacunaci�n. En este caso, la distancia cultural que pueda existir entre la
investigaci�n realizada en otros pa�ses y en el caso chileno, podr�a explicar
la diferencia en los resultados obtenidos.
Una de las limitaciones de la
presente investigaci�n se vincula a las variables omitidas dentro del modelo de
regresi�n, las que pueden impactar en los porcentajes de vacunaci�n o en la
interacci�n de aquellas variables observadas dentro del modelo, por lo cual, es
necesario indagar en nuevas variables, como la percepci�n, tendencia pol�tica,
confianza en el Estado y sus instituciones o el nivel de informaci�n con
respecto a las vacunas. En efecto, la influencia de diversos medios de
comunicaci�n o programas gubernamentales, pueden influir en las percepciones de
la vacunaci�n, lo que podr�a modificar la disposici�n a la vacunaci�n en las
semanas pr�ximas a la medici�n del presente an�lisis.(13,14,15)
Por otra parte, diversos estudios(2) han indicado que la
resistencia a la vacunaci�n forma parte de un proceso multifactorial, donde el
modelo de regresi�n lineal no permite la observaci�n de modelos que integren la
interacci�n entre las variables independientes, por lo que la suma de factores
y su contacto entre s� puede modificar los niveles de impacto en la variable
dependiente.
Otras limitaciones observadas
dentro de la investigaci�n, aluden al per�odo de tiempo seleccionado, el cual
fue el de mayor variabilidad etaria, ya que los llamados establecidos por el
Ministerio de Salud fueron a trav�s de rangos de edad con tal de proteger a las
personas m�s vulnerables en t�rminos de condiciones de salud, as� como la falta
de an�lisis en torno a los diferentes tipos de vacunas administradas
comunalmente en la poblaci�n chilena. Lo anterior, podr�a condicionar los
resultados aqu� obtenidos.
A pesar de las limitaciones expuestas, nuestra investigaci�n
representa un aporte importante para una primera observaci�n del comportamiento
de la poblaci�n chilena entre 28 y 43 a�os de edad con respecto a la
vacunaci�n, considerando variables socioecon�micas y de caracterizaci�n, adem�s
de aportar correlaciones con educaci�n, etnicidad y vivienda de residencia que
podr�an servir de insumo para la pol�tica p�blica. Es posible que variables no
significativas como el sexo, puedan verse afectadas al considerar la moderaci�n
de otras variables. Ante esto, se recomienda el avance de la integraci�n de
otras variables sociales y psicol�gicas con respecto a la vacunaci�n.
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Conflicto de Intereses
Los autores no declaran
conflictos de intereses.
Roles de autor�a
Felipe Quintano-M�ndez:
conceptualizaci�n, an�lisis y redacci�n del manuscrito.
Leonor Riquelme-Segura: conceptualizaci�n, an�lisis y redacci�n del
manuscrito.
Todos los autores
revisaron y aprobaron la versi�n final de este manuscrito.
* Trabajadora
Social, M�ster �en
Desarrollo Humano, Local y Regional, M�ster en Psicolog�a. Departamento de
Trabajo Social, Programa Doctorado en Ciencias Sociales, Universidad de La
Frontera, Temuco, Chile.