Artículo Original
Detección molecular del gen de la glicoproteína B del virus herpes
felino
Molecular detection of glycoprotein B from
feline herpesvirus
Constanza Isabel
Sepúlveda-Estay*
María Antonieta
Jara-Osorio
Carlos Osvaldo
Navarro-Venegas**
Departamento de Medicina Preventiva Animal, Facultad de Ciencias
Veterinarias y Pecuarias, Universidad de Chile.
Autor para correspondencia: canavarr@uchile.cl
RESUMEN
El virus herpes felino tipo 1 genera múltiples problemas y el gato termina
con consecuencias que afectan su futura calidad de vida. Este virus está
distribuido en todo el mundo y es de fácil transmisión y dado que es un patógeno
latente, continúa propagándose sin control a toda la población de gatos. El
diagnóstico se basa en los signos clínicos, existiendo hoy en Chile solo un
método de diagnóstico de laboratorio específico, implementado para identificar
el agente, que no se usa regularmente en la clínica de animales pequeños. Así,
el tratamiento y diagnóstico generalmente se basan en el conocimiento y la
experiencia del médico veterinario, sin dejar una confirmación real sobre qué
agente está causando los síntomas. Esta investigación propuso un método de
diagnóstico molecular alternativo a la detección del gen de la timidina quinasa
viral, para el cual se seleccionaron gatos menores de 1 año de edad, con
síntomas compatibles con una infección con el virus del herpes felino. El
método de la Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR) se utilizó para detectar
el gen de la glicoproteína B del virus herpes felino tipo 1, seguido de la
determinación del porcentaje de identidad de nucleótidos (PIN) respecto a los
datos oficiales del GenBank®. De los 11 gatos estudiados, en solo uno de ellos
se pudo amplificar un segmento que correspondía al gen de la glucoproteína B.
El PIN resultante (>96%) confirma que la secuencia obtenida
corresponde al gen de la glicoproteína B tipo 1 del virus del herpes felino y
se discute la eficiencia del método implementado.
Palabras
clave: PCR;
enfermedades de los gatos; bases de datos de ácidos nucleicos; virus herpes felino tipo 1.
ABSTRACT
The feline herpesvirus type
1, generates multiple problems and the cat ends with consequences that affect
its future quality of life. This virus is distributed throughout the world and
is easily transmitted and since it is a latent pathogen, it continues to spread
uncontrollably to the entire cat population. The diagnosis is based on clinical
signs, today there is only a specific laboratory diagnostic method implemented
in Chile to identify the agent, which is not used regularly in the clinic of
small animals. Thus, the treatment and diagnosis are usually based on the
knowledge and experience of veterinarian without leaving a real confirmation
about which agent is causing the symptoms. This research proposed a molecular
diagnostic method alternative to timidine kinase detection gene, for which cats
under 1 year of age were selected, with symptoms compatible with an infection
with the feline herpesvirus. The Polymerase Chain Reaction (PCR) method was
used to detect the feline herpesvirus type 1 glycoprotein B gene, followed by
the determination of the percentage of nucleotide identity (NIP) from official
GenBank® data. Of the 11 cats studied, only one of them resulted in the
amplification of a segment corresponding to the glycoprotein B gene. The
resulting NIP (> 96%) confirms that the sequence obtained corresponds to
type 1 glycoprotein B gene of feline herpesvirus and the efficiency of the
method implemented is discussed.
Keywords: PCR; cat diseases; databases
nucleic acid; feline herpesvirus type 1.
Recibido: 21 de agosto de 2019
Aceptado: 17 de septiembre de
2019
Introducción
El virus herpes felino tipo 1 (VHF-1) se distribuye en
todo el mundo, se conoce solo un serotipo y la virulencia puede cambiar entre
distintas cepas del virus. Es un virus ADN bicatenario, con un tamaño entre 120
y 280 nm y su estructura la componen el material genético (genoma), una cápside
icosaédrica, el tegumento y una envoltura lipídica que contiene varias
proteínas de membrana y glicoproteínas virales. Pertenece al orden Herpesvirales, familia Herpesviridae, a la subfamilia Alfaherpesvirinae y al género Varicellovirus, que tienden a ser
altamente especie-específicos y extremadamente susceptibles a los
desinfectantes de rutina empleados en la clínica de animales pequeños. Este
virus posee características que incluyen un rango reducido de hospedadores, un
ciclo reproductivo corto, con invasión rápida en cultivos celulares,
destrucción eficiente de células infectadas y la capacidad de establecer
infecciones en los ganglios sensoriales primarios.(1,2)
Al igual que otros
herpesvirus, el VHF-1 sintetiza numerosas glucoproteínas que luego se
incorporan a las membranas de las células infectadas y a la envoltura del
virión. Estas glicoproteínas se han caracterizado y se conservan entre
diferentes virus herpes relacionados. Las glicoproteínas del virus herpes
median la unión del virión a la célula hospedadora y son extremadamente
importantes en la infectividad viral, determinando aún más la especificidad
según el subtipo de virus. Estas también son críticas para la respuesta inmune
del paciente contra la infección. Se pueden dividir en glicoproteínas
esenciales, cuya presencia se requiere para la replicación viral productiva en
un cultivo celular, y glicoproteínas no esenciales, que son indispensables en
cierta medida para la propagación viral en cultivos celulares.(3,4)
Según la
secuenciación del ADN, la glicoproteína B (gB) consta de 904 animoácidos,
incluida la señal de secuencia N-terminal. El gen gB está altamente conservado
en todas las subfamilias de herpesvirus y codifica para una glicoproteína de membrana.
Hay evidencia de que gB juega un papel importante en los fenómenos de fusión de
membrana durante la entrada del virus en la célula y también durante la fusión
celular inducida por el virus. Esto se expresa conjuntamente con otras
glicoproteínas (D, H y L), todas actuando secuencialmente, donde la
glicoproteína D está involucrada en la fase I (unión del virus a la superficie
celular), la glucoproteína H/L en la fase II (interacción de la glicoproteína D
con un receptor de entrada) y gB en fase III (fusión de la envoltura viral con
la membrana plasmática de la célula, liberando el complejo cápside-tegumento en
el citoplasma de la célula infectada). La función de gB es esencial para la
entrada en las células diana, tanto para la infección por viriones libres como
para la diseminación directa de célula a célula. Por esta razón, los viriones
gB negativos son biológicamente inertes.(4,5)
El complejo respiratorio felino es una
patología que afecta comúnmente a los gatos domésticos y los principales agentes patógenos asociados a esta enfermedad son
dos virus altamente contagiosos: virus herpes felino tipo 1 (VHF-1) y
calicivirus. Si bien el gato doméstico es el principal hospedador del VHF-1, el
virus también ha sido aislado de guepardos y leones; se han detectado
anticuerpos en pumas y no existe evidencia de infección en humanos.(1,6)
Esta patología se presenta especialmente en gatos pequeños menores de 6 meses,
momento de la vida en el cual poseen un sistema inmune poco desarrollado.
Debido a la naturaleza de su transmisión, se presenta sobre todo en animales
que viven en criaderos, centros de rescate o albergues. Estos ambientes muchas
veces contienen una mezcla de gatos portadores más viejos y
animales más jóvenes susceptibles. Los gatos son mantenidos en alta proximidad,
permitiendo la rápida diseminación viral entre los animales, y muchos de los
factores estresantes que son conocidos como causantes de la reactivación del
virus están presentes. Entre éstos, se incluyen cambios en el hogar, parto,
amamantamiento y después de la administración de terapia inmunosupresiva o
corticoesteroides.(2,5)
La forma de transmisión es por
contacto directo, siendo las dos vías más comunes a través de gatos con
infección aguda que liberan el virus al medio ambiente y a través de gatos con
infección latente que están experimentando reactivación del virus y con ello
diseminación al exterior. La infección transplacentaria no ha sido comprobada
en la práctica. Las hembras con infección latente pueden transmitir el virus a
sus camadas, ya que el parto y lactancia inducen periodos de estrés que pueden
llevar a la reactivación del virus y con ello su liberación al medio ambiente.
Por esta razón, los gatos pequeños pueden adquirir el virus muy tempranamente
en su vida.(1)
El VHF-1 es un virus neuroepiteliotrópico,
con afinidad por neuronas sensitivas
y tejidos epiteliales, produce infección latente localizándose en el ganglio
trigémino, desde donde pueden ocurrir infecciones oculares recrudescentes por
la reactivación del virus, el cual viaja a través de los axones de la rama
oftálmica del nervio trigémino hacia el ojo.(7,8) Existe evidencia
que sugiere que en muchas especies, incluyendo el gato, el herpesvirus podría
estar presente en forma latente o inactiva en la córnea. Un alto porcentaje de
gatos clínicamente normales han presentado ADN de VHF-1 en la córnea y
conjuntiva. La reactivación muchas veces ocurre después de períodos de estrés
naturales que pueden ocurrir en los animales.(7,9)
Los signos clínicos agudos ocurren principalmente en gatos pequeños
expuestos por primera vez al virus, los cuales desarrollan fiebre, letargia,
inapetencia, estornudos, tos, descarga nasal y conjuntivitis con descarga
ocular. La severidad de los signos varía según la cepa viral y tipo de
exposición, edad de los gatos afectados, estado inmune y susceptibilidad
individual. Los signos oculares incluyen conjuntivitis, úlceras corneales,
queratitis estromal, secuestro corneal y queratoconjuntivitis seca. Se han
descrito abortos por este virus, y en neonatos la muerte es por encefalitis y
hepatitis necrotizante focalizada.(10)
El VHF-1 tiende a localizarse solamente en la
vía respiratoria alta no sobrepasando el área de laringe-tráquea. Una vez
ocurrida la infección primaria, el virus replica en las
membranas mucosas de la nariz, laringe, tráquea y tracto genital, pero también
en las conjuntivas. Después de un período de incubación de 24 a 48 h empiezan
los signos clínicos agudos mencionados anteriormente. La queratitis asociada
con úlceras corneales perforadas es común. En gatos pequeños plenamente
susceptibles de hasta 4 semanas de edad, la rinotraqueítis extensa y una
bronconeumonía asociada pueden ser fatales. La infección por VHF-1 en gatos
mayores a 6 meses de edad es probable que resulte en una infección leve o subclínica.
Las hembras preñadas pueden abortar, aunque no existe evidencia que el virus
cruce la placenta e infecte de manera fatal al feto; además, el virus no ha
sido aislado desde placentas o fetos abortados.(10)
El diagnóstico presuntivo de la
infección con VHF-1 se realiza muchas veces en base a los signos clínicos presentados. Ésta puede ser presumida
cuando se observan úlceras dendríticas, que corresponden a lesiones
patognomónicas en el animal afectado. La confirmación de la infección con VHF-1
requiere detección del virus en el laboratorio. Esta confirmación permite
descartar la afección por parte de otros agentes infecciosos potenciales, así
como también guiar el curso del tratamiento a realizar.(9)
Existen cuatro técnicas diagnósticas
de laboratorio que se emplean para la detección de VHF-1: aislamiento viral,
técnica de anticuerpos fluorescentes, técnicas serológicas, y la Reacción en
Cadena de la Polimerasa (PCR). El aislamiento viral detecta virus viable y no
solo su ADN, el cual es cultivado a partir de torulados o raspados
conjuntivales, nasales y faríngeos. Éste se considera el diagnóstico estándar
de oro para el virus ya que replica rápidamente en las células y además produce
efectos citopáticos característicos en el cultivo celular.(2) Las muestras
deben ser obtenidas antes de la aplicación de fluoresceína o rosa de bengala,
para la observación de úlceras en el paciente, ya que estas sustancias pueden
inactivar el virus debido a que el pH que presentan podría alterar la
composición lipoproteica de la envoltura.(11) Las muestras deben ser
enviadas de inmediato o bajo refrigeración al laboratorio, lo que se convierte
en una dificultad en la aplicación práctica. La gran desventaja de este
diagnóstico es su lentitud en comparación con otras técnicas.(2) La
técnica de anticuerpos fluorescentes detecta proteínas específicas del virus a
través de anticuerpos marcados con fluorescencia. Las muestras pueden ser
tomadas tanto de frotis o biopsias conjuntivales como corneales y se debe
evitar la administración de fluoresceína, ya que esta puede dar resultados
falsos positivos.(1) Las principales limitaciones de esta técnica
son su baja sensibilidad y especificidad, así como la subjetividad del análisis
de resultados con respecto a la determinación de fluorescencia. Durante
las infecciones crónicas y recurrentes, las dos pruebas
mencionadas anteriormente muchas veces producen resultados negativos.(2)
Las pruebas de detección de anticuerpos séricos (ELISA y pruebas de anticuerpos
neutralizantes) se pueden realizar a partir de muestras de suero, humor acuoso
y fluido cerebroespinal.(1,12)
Así, la técnica de detección de ADN
basada en PCR,(13) ha sido extremadamente útil en el diagnóstico de
VHF-1. Esta técnica es sensible, con tasas de detección que van desde 50-100%
para VHF-1 y específica, ya que detecta parte del genoma del patógeno de
interés, pudiendo utilizarse en la detección de ADN viral desde muestras de los
diferentes órganos afectados.(14,15) La especificidad se logra al
diseñar partidores que se unan al blanco y que sean del largo suficiente para
que su secuencia sea única en el genoma. La sensibilidad es debido a que
detecta cantidades pequeñas de virus presentes en la muestra.(8)
Actualmente en Chile existe sólo una
prueba de diagnóstico en laboratorio para detectar VHF-1, que utiliza la
detección del gen de la timidina quinasa (gen TQ);(16) por lo tanto,
en este trabajo pretendemos implementar una técnica molecular alternativa para
detectar el gen gB del VHF-1, como aporte al diagnóstico clínico.
Materiales y Métodos
El proceso práctico fue realizado en
los laboratorios de Virología y Microbiología Animal pertenecientes al
Departamento de Medicina Preventiva Animal de la Facultad de Ciencias
Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile.
Muestras. En este trabajo se utilizaron las muestras que
resultaron positivas a VHF-1 en el estudio que permitió la implementación de la
detección del gen TQ de VHF-1,(16) cuyo origen corresponde a 11 gatos raza doméstico pelo corto,
sin vacunación previa y menores de 1 año. Estos animales cursaron un cuadro
clínico agudo sospechoso de infección por VHF-1 y con signos clínicos típicos:
fiebre, conjuntivitis unilateral o bilateral, secreción mucopurulenta nasal y
ocular, así como úlcera corneal. Para obtener la muestra se raspó suavemente
con un hisopo estéril la mucosa conjuntival ventral de uno (muestras de gatos
2, 3, 4, 6, 7, 8, 9, 10 y 11) o ambos ojos afectados (muestras de gatos 1 y 5),
sin limpieza previa del ojo a muestrear. Luego, dentro de un plazo de 24 h, se
homogeneizó mediante un “vortex” el contenido del hisopo en un tubo con 200 µL
de solución buffer salina fosfatada 0,15 M, pH 7,2; refrigerada a 4ºC hasta el
momento de realizar la prueba de PCR.
Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR). La muestra directa, desde los animales afectados, se utilizó sin requerir una extracción previa del ADN viral.
Partidores: se utilizaron partidores
para amplificar el gen gB del VHF-1 y que
generan un fragmento de 737 pares de bases,(14) los cuales
fueron encargados a la empresa Bioscan® (EE.UU.) para su elaboración. Los
partidores utilizados fueron los siguientes:
Partidor 1 5’-CCTAAACCTACTTCGGATGA-3’
Partidor 2 5’-GGCTTTAAATGAACTTCTCTGG-3’
Mezcla de reacción. Se utilizó un kit comercial 2X PCR Master Mix (Fermentas®,
EE.UU.), que contiene la polimerasa
termoestable, los desoxinucleotidos trifosfatos (dNTPs), el buffer de reacción
y MgCl2. Para hacer la mezcla de reacción se
utilizaron 15 μL de 2X PCR Master Mix, 5 μL de cada uno de los partidores y 5
μL de la muestra, con lo que se obtuvo un volumen total de 30 μL.
Amplificación del ADN. Se utilizó un termociclador Apollo (CLP, EE.UU.) de 96 pocillos de 0,2 mL. Se
realizó un PCR cuyo protocolo consideró 35 ciclos (desnaturalización a 95ºC por
2 min; alineamiento a 59ºC por 1 min; extensión a 72ºC por 1 min) y una etapa
de elongación final a 72ºC durante 10 min.(16)
Visualización de los productos
amplificados. Se realizó mediante electroforesis en gel de agarosa al 2%
(Wrinkler®, EE.UU.) en buffer Tris-borato (90 mM Tris-borato, 10 mM EDTA, pH
7,2). La electroforesis fue realizada a 90V por 45 min. Como marcador de tamaño
molecular se utilizó un estándar que contiene fragmentos de ADN de entre 100 y
2000 pares de bases (Fermentas®, EE.UU.). Después de realizada la
electroforesis, el gel fue sometido a incubación en bromuro de etidio (0,5
µg/mL) (Fermelo®, Chile) y las bandas se visualizaron en un transiluminador de
luz ultravioleta (Transiluminator UVP®) para luego ser fotografiadas.
Controles. Como control positivo se utilizó el contenido
de la vacuna triple felina Feligen CRP® (Virbac,
Francia), la cual contiene virus atenuado de calicivirus felino, virus de la
panleucopenia felina y virus de la rinotraqueítis felina, que corresponde al
virus herpes felino en una concentración de 105-107 DICT50
(Dosis Infectante de Cultivo de Tejidos 50%). El contenido de la
vacuna se resuspendió en 500 µL del diluyente recomendado por el fabricante.
Como control negativo se utilizó una muestra de torulado ocular de un gato sano
de 2 años de edad.
Medidas de Bioseguridad. El estudio se realizó de acuerdo a las reglas
de bioseguridad establecidos para el
laboratorio de virología animal, las que incluyen el uso de material limpio,
eliminación de los desechos y utilización de delantal blanco cerrado y guantes
durante el desarrollo del trabajo práctico. Para poder visualizar los geles se
utilizó una placa de acrílico y gafas con filtro UV, y luego
de su uso, los geles incubados en bromuro de etidio se eliminaron mediante el
uso de incineración, ya que el químico tiene propiedades mutagénicas.
Determinación de
la identidad nucleotídica respecto a secuencias almacenadas en el GenBank® (NIH,
EE.UU.)
a)
Secuenciación: el fragmento de ADN purificado obtenido luego
del ensayo PCR fue enviado al centro de secuenciación
de la empresa Genytec Limitada (Chile).
b)
Análisis: una vez recibidos los resultados, se analizaron las secuencias
utilizando el programa online de acceso libre Clustal
Ω, y el porcentaje de identidad nucleotídica (PIN) se obtuvo mediante BLAST (del inglés “Basic Local Alignment Search Tool”),
programa informático de alineamiento de secuencias (Institutos Nacionales de
Salud, EE.UU.)
Resultados
PCR. Al realizar la PCR se pudo observar que solo
una de las 14 muestras generó un
fragmento de ADN de un tamaño cercano a los 700 pares de bases, logrando una banda
visible nítida y ancha en el gel. Se obtuvo una sola banda en el carril
correspondiente, lo que indica que no hubo amplificación inespecífica. El
control positivo no generó una banda, y por lo tanto, no pudo ser observada
(Fig. 1).
Fig. 1. Electroforesis en gel de Agarosa 2%.
Análisis del fragmento secuenciado. El amplificado obtenido como resultado del
ensayo PCR fue secuenciado de manera
exitosa, obteniendo cuatro secuencias de ADN similares con las cuales se
realizó un alineamiento múltiple de secuencias, lo cual permitió obtener una
secuencia de consenso CSE que luego BLAST comparó con los registros oficiales online de GenBank® (NIH, EE.UU.). El
resultado obtenido demostró un valor de PIN>96% para un genoma
completo de VHF-1 o un fragmento de 3.240 pb del gen gB del VHF-1 (Fig. 2).
Fig. 2. Secuencia consenso CSE y PIN determinado por
BLAST.
Discusión
Los resultados demuestran que efectivamente la
técnica utilizada permite la detección del gen gB de VHF-1. A pesar de esto, no
se puede afirmar que esta técnica sea de elección para la detección del virus,
pues del total de 14 muestras utilizadas, incluyendo al control positivo, sólo
la muestra número cinco fue positiva con una banda ancha y nítida (Fig. 1). No obstante,
el tamaño de banda obtenido de aproximadamente 737 pb, la ausencia de otras
bandas visibles en el gel, y el alto porcentaje de identidad nucleotídica (96%)
del fragmento secuenciado, indican que los partidores
utilizados son específicos para el gen gB del VHF-1.
La única muestra positiva obtenida
correspondió al gato 5 (ojo derecho), gato que presentó los signos clínicos más
severos visibles al momento de la obtención de muestra, presentando incluso
blefaroespasmo y epistaxis. Considerando lo anterior, se podría relacionar
directamente la cantidad de virus presente con la aparición de la banda en el
gel de agarosa. Por esta razón se puede asumir que la cantidad y gravedad de
los signos clínicos, tienen directa relación con la cantidad de virus excretado
por el paciente. En estudios previos realizados respecto a la sensibilidad de
PCR, se discute que la detección del virus puede variar según la cantidad de
virus presente en la muestra. Los gatos infectados por VHF-1 excretan el virus
en diferentes cantidades durante las distintas etapas de la enfermedad y se
plantea que durante la infección aguda es el momento en que se excreta mayor
concentración del virus, disminuyendo al tornarse crónica o recrudescente.(14)
Por lo tanto, una explicación posible sería la nula o baja carga viral presente
en las muestras; sin embargo, esta posibilidad no sería considerada, pues esas
mismas muestras resultaron positivas según el protocolo que involucra la
detección del gen TQ de VHF-1.(16)
Nuestros resultados apuntan a la descripción
de un protocolo de PCR con inconvenientes a solucionar, teniendo en cuenta que
es valorado como alternativa a la detección del gen TQ,(16) pues se
utilizaron las mismas muestras que permitieron la implementación exitosa del
protocolo ya mencionado, por lo que deben revisarse algunos factores que pueden
afectar la detección mediante PCR, como el número de ciclos utilizados, el
diseño o selección de los partidores, la composición del buffer de reacción,
las temperaturas de los ciclos y la presencia de inhibidores de PCR en la
muestra.(2) Así, hasta este momento, sugerimos seguir utilizando
como blanco de detección al gen TQ.
Lo anterior concuerda con el estudio realizado
por Maggs y Clarke,(4) donde se compararon seis protocolos de PCR
simples y anidados para el gen TQ, dando como resultado que la sensibilidad del
protocolo está directamente relacionada con el número de ciclos realizados. Es
decir, a mayor número de ciclos, mayor sensibilidad. El protocolo que resultó
con mayor sensibilidad fue el que realizaba 70 ciclos y el
de menor sensibilidad el que empleaba 35 ciclos. En este trabajo se empleó un
protocolo de 35 ciclos; por lo tanto, esto podría ser una de las causas de la
baja sensibilidad obtenida. La inhibición puede originarse por distintas
razones, dentro de las cuales se mencionan condiciones de reacción poco
controladas, fallas en la toma de muestra, contaminantes en los reactivos y
contenedores, así como la contaminación no intencional durante la preparación
de la reacción. Si bien los inhibidores de la PCR, que en general corresponden
a compuestos que pueden interferir con la Taq
Polimerasa o bien a compuestos quelantes de Mg+2, han sido poco
estudiados, estos pueden ocasionar la falla total de la reacción o la
disminución de la detección.(17)
En Chile no existen métodos implementados en
clínica de animales pequeños para la detección del VHF-1, a pesar de ser una
patología frecuente dentro de la población de gatos. Los resultados del
presente estudio permiten enfatizar la búsqueda de protocolos con mayores tasas
de detección. Algunos autores plantean que la mejor técnica de detección hasta
el momento es la utilización de PCR,(14,15) siendo el protocolo más
ampliamente utilizado la detección del gen TQ. El gen gB ha sido menos
estudiado y utilizado en diagnóstico en gatos; no obstante, existe evidencia de
su uso para la detección de herpesvirus en otras especies animales y también en
el hombre.(18,19)
Para el diagnóstico de la traqueobronquitis
canina se utiliza la detección del gen gB para detectar al virus herpes canino
tipo 1. Un estudio realizado en el Laboratorio de Virología de la Facultad de
Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile demostró una alta
tasa de detección del PCR convencional, dando como resultado un 100% en las
muestras analizadas.(20) En otro estudio, desarrollado para detectar
la glicoproteína del herpesvirus 4 en leche de bovinos, se obtuvo una tasa de
detección de 93%.(19) Con estos datos se puede concluir que la
detección mediante PCR convencional del gen gB, proteína esencial en la entrada
del virus a la célula hospedadora, es utilizada en otras especies con un alto
porcentaje de éxito.
El protocolo de PCR descrito permite la
detección del gen gB del VHF-1, validado por el alto valor de PIN obtenido (>96%).
No obstante, por ahora, no resultaría ser el método diagnóstico de elección en
las condiciones aplicadas, debido a su baja sensibilidad y se sugiere la
implementación de protocolo similar al desarrollado por Macías y Navarro.(16)
Para mejorar la tasa de detección utilizando
el gen gB como blanco de detección debe estudiarse el empleo de un PCR anidado.
Esta técnica utiliza un primer par de partidores que amplifican por varios
ciclos iniciales un fragmento de ADN, que luego es usado como plantilla para
una segunda reacción, utilizando un segundo par de
partidores.(16) Esta reacción es altamente sensible ya que el
segundo par de partidores sirve para verificar la especificidad del producto
obtenido en los primeros ciclos.
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* Médico Veterinario.
**
Bioquímico, Magister en
Ciencias Veterinarias, Profesor Asistente, Universidad de Chile.